martes, 6 de noviembre de 2012

CÓMO MOTIVAR HOY EN DÍA

ESTIMULAR HACIA EL APRENDIZAJE

   

MÉTODOS PARA ESTIMULAR

Cuando el niño encuentra el estímulo suficiente dirige todos sus actos a comportarse bien.
Por eso, detrás del buen comportamiento de todo niñ@ siempre hay una persona que supo estimularle y:

•    Animarle a preguntar.
•    Escucharle activamente.
•    Hacerse acompañar por el niño para realizar tareas de adultos inteligentes.
•    Valorar al niño tal y como es.
•    Mostrar fe en él.
•    Tener fe en su habilidad.
•    Reconocer una tarea bien hecha y felicitarle.


NECESIDAD DEL ESTÍMULO POSITIVO
El estímulo positivo es absolutamente necesario para conseguir una conducta eficaz en el niño.
Los estímulo externos, como premios y castigos, van perdiendo eficacia con el tiempo. Sin embargo si el estímulo es interno no es necesario estar continuamente estimulándoles. Esto se consigue a través del estímulo positivo (felicitándoles cuando hacen algo bien, elogiándoles en público, destacando sus cualidades, con un abrazo).
Cuando el niño se encuentra estimulado positivamente, emplea todas las medidas a su alcance –más de las que el adulto le atribuye- para:
    Ser cada día más considerado.
    Ser más tenido en cuenta cada día.
    Sentirse útil.
    Elevar el concepto de sí mismo.
En caso contrario, cuando el niño no está estimulado:
    Se vuelve más terco.
    Es agresivo.
    Se siente cada vez más impotente.         
    Abandona la tarea.
¿QUÉ EVITAR?
    Cualquier gesto o comentario que le induzca a desconfiar de sus posibilidades.
    Hacerle creer que está más dotado de lo que en realidad está.
    Hacerle pensar que necesita una capacidad superior para realizar algo.
    Someterle a comparaciones con compañeros.


LA MOTIVACIÓN
La motivación es el deseo de conseguir algo concreto, una razón para actuar.

SEIS REGLAS DE ORO PARA MOTIVAR A UN HIJ@
1.    Alentar su independencia de pensamiento y acción.
2.    Dejar que haga las cosas por sí mismo aunque cometa errores.
3.    Recompensarle sus éxitos. Una palabra de elogio es suficiente. La reacción ante los fracasos ha de ser neutra.
4.    Convencerle de un lema: “El trabajo, una haciéndolo mal siempre es valioso”.
5.    En su aprendizaje, no tratar de evitarle posibles golpes o contratiempos.
6.    No ver a los hijos como quienes cumplirán las aspiraciones de los padres.

Si actuamos así con los hijos, conseguiremos que sean capaces de conseguir metas difíciles que les reportarán satisfacción y éxito, y lo que es mucho más importante, estaremos haciendo posible que nuestros hijos sean verdaderamente felices.



Bibliografía:
Todos los niños pueden ser Einstein. Alberca, Fernando. Ed. Toro Mítico. 2011. Barcelona.

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